La sierra de Líbar es la parte más occidental de la serranía de Grazalema. Se trata de un macizo con dirección general NNE-SSW, de 20 km de longitud, una anchura de 4 a 5 km, y 85 km2 de superficie que actúa como frontera entre Cádiz y Málaga. Es uno de los grandes macizos kársticos de este sector de las Cordilleras Béticas. Presenta una morfología superficial y subterránea extraordinariamente desarrollada: poljés de Líbar y de Benaoján, cuevas de la Pileta, Hundidero-Gato, del Chapi, etc; simas del Republicano, del Hoyo de Cortes, del Pozuelo, etc; cañón de las Angosturas ...
* Nosotros hoy nos acercaremos al este, a su flanco malagueño: un gran pliegue anticlinal y antiformal que da lugar a las sierras de Juan Diego, de la Ventana y del Palo, al “Boquete del Mures" y a su derecha al Cerro del Mures, objetivos que podremos ir contemplando al fondo, a nuestra derecha, mientras caminamos en Ronda por la Plaza de España, Puente Nuevo, calle Tenorio y Plaza del Campillo, desde donde parte el camino que os llevará a la Hoya de Los Molinos, antigua puerta de entrada a la ciudad.
* Descendemos por un camino empedrado, dejamos a la derecha la "Casa de Manolillo" y el impresionante Tajo excavado por el Guadalevín. Justo donde acaba el empedrado, el ramal de la izquierda se dirige hacia la antigua puerta árabe "Puerta del Viento" y finaliza junto al carril de la Central Eléctrica de Sevillana. donde podemos admirar, curiosas formas fruto de la erosión como el "Asa de La Caldera" y la enorme pared rocosa sobre la que se asienta la ciudad de Ronda y de la que un desprendimiento ocurrido en 1917 pondría fin al aprovechamiento de los molinos de harina y los batanes, de origen árabe allí asentados. A la destrucción de muchos de ellos se unió la muerte de 17 personas.
* Continuamos por un camino terrizo jalonado de huertas y cortijos, uno de ellos posee una bonita torre de piedra, almacén de grano cuya construcción parece deberse a los repobladores que se establecieron después de la conquista de la comarca por los Reyes Católicos. A la salida de Los Molinos por el Pto. de La Muela, al fondo podremos contemplar la iglesia del Espíritu Santo. Hemos recorrido unos 5 km, una hora. Si alguna circunstancia así lo aconsejara desde aquí ascenderemos hacia el barrio de La Dehesa para terminar en el Hotel Reina Victoria.
* Descenderemos por un camino que entre casas y establos nos lleva hasta la antigua Escuela Rural de La Indiana.
* Encontraremos la carretera, la seguimos un centenar de metros, nos desviamos a la derecha por un amplio carril y pasamos por las proximidades de un puente situado sobre el río Guadalevin; junto a la unión del río Guadalevin y el Guadalcobacin, éste procedente del vecino Arriate, que da origen al Guadiaro; por el arroyo de El Cupil y junto a un cortijo en ruinas rodeado de olmos. Encontramos la vía del tren.
* Tras pasar la vía del tren entramos en el Parque Natural Sierra de Grazalema, encontramos la señalización de dos sendas, el Camino Viejo de Ronda a Benaojan y el Camino Viejo de Ronda a Montejaque. Las últimas personas que recorrieron estas veredas, fueron los "Cosarios" que a lomos de caballerías, llevaban y traían encargos y noticias entre Ronda y esos pueblos. Nosotros tomaremos el camino que asciende entre campos de labor. Tras un cortijo abandonado, el "Cortijo Grande" encontraremos un cruce de caminos, abandonamos el Camino Viejo de Ronda a Montejaque y continuamos ascendiendo por un camino en peores condiciones y menos marcado que el que hemos traído hasta ahora. Si hemos sido sensatos, hemos madrugado y caminado a buen ritmo ahora no estaremos bajo el peso del Sol. La experiencia aconseja beber y tomarse el ascenso con calma. Los campos de cultivo van dejando paso al matorral y al roquedal hasta que llegamos al "Boquete del Mures". A la derecha queda el Cerro del Mures (870 m) y es pegado a el que debemos ascender.
* Ya en la cima del puerto contemplaremos la hermosa vista de Ronda. Una hermosa panorámica que sin duda debió animar a Pasos Largos, cuando huía en dirección contraria a la de nuestra marcha, herido y acosado por una pareja de la Guardia Civil, avisada por la traición de una amante y esposa del cabrero del lugar. Se escabulló y alcanzó “La Indiana”, para entregarse, dada la previsible grave evolución de sus heridas. En Ronda la muchedumbre ensalzó a quién, Juan José Minguella Gallardo, los Tribunales de Justicia encontrarían responsable de los delitos de caza furtiva, de un sin número de casos de secuestro y extorsión y en fin del asesinato de los Tribuneros, padre e hijo, guardeses de la Finca del Chopo, próxima al ventorrillo del Burgo en el que nacería el bandolero.
Eran tiempos en los que la desamortización de la Iglesia y los Ayuntamientos había propiciado que grandes latifundios pasaran a manos de grandes terratenientes absentistas que al tiempo que levantaban vallas por doquier utilizaban sus fincas para su sólo disfrute como cotos de caza. Eran tiempos en los que ante la falta de tierra para labrar llevaba a los hombres a las plazas de los pueblos para día tras día en un entorno de indignidad humillarse y mendigar unos jornales.
Este estado de cosas se hizo especialmente sangrante cuando la Guerra de Cuba engullía con voracidad un ejercito, integrado por los hijos de los más desfavorecidos. Hombres horrorizados por la crueldad de una guerra de guerrillas, a la que habían de enfrentarse enfermos por la malaria y desarmados por la ambición e ineptitud de sus mandos. A todo ello sobreviviría durante tres años Pasos Largos. A su regreso con su padre y su hermano mayor muertos, con su hermano menor creando su familia, pasaría a hacerse cargo de su madre. Sólo a la muerte de esta se lanzaría al monte asumiendo como profesión, la de cazador. Una mala ley le convertiría en cazador furtivo.
En una época en la que difícilmente alguien podía pagarse en una venta un plato de sopa, sólo un buen trofeo tenía buen comprador. Ante la presión del dueño de la finca, el guarda de Los Chopos fraguó una treta para entregarlo. Ya en poder de la pareja de la Guardia Civil, vejado y ultrajado, le propinaron una descomunal paliza que le llevó a estar entre la vida y la muerte durante un mes. Puesto en libertad al no existir nada de que acusarle, quebró sus pasos y truncó la vida del Tribunero y de su hijo. Condenado y cumplidos 17 años de condena sería puesto en libertad con la llegada de la Republica siendo Directora de Prisiones Victoria Kent y fruto de una amnistía motivada por las condiciones de insalubridad de las cárceles. Con sesenta años y tras servir de guarda en una finca propiedad de unos de los hombres a los que secuestraría y extorsionaría, se echaría de nuevo al monte. Una nueva traición llevaría a la Guardia Civil a la boca de la cueva que le serviría de último abrigo.
Recordando estos tristes episodios de nuestra historia, transitamos entre por el camino que rodea un pequeño valle cultivado y que nos lleva junto al cortijo "La Calera", donde funcionaba hasta hace pocos años un horno de cal. Aquí habremos dejado unos coches, para facilitar nuestro regreso a Ronda o continuar en dirección a la cueva del Gato.
* Estamos en la carretera comarcal MA 505, que por nuestra izquierda se dirige a Montejaque, a menos de 3 Kms por y por la derecha, se dirige a la A-376 por donde vinimos con los coches desde Ronda. En esta dirección andaremos unos pocos centenares de metros hasta alcanzar un carril a la izquierda. Está señalizado por el Parque Natural Sierra de Grazalema, que en descenso nos dejara junto a las ruinas de unas casas y la presa de Los Caballeros, con su fondo arcillo-areniscoso, de marcado carácter abrasivo. Esta presa en herradura fue construida entre los años 1.930 y 1.933. Pierde el agua acumulada de inmediato ya que se filtra y acaba en las oquedades subterráneas del complejo que forman la cueva de Hundidero-Gato. Algo que no sorprendió a los vecinos del lugar.
El río Gaudares fue capturado por el karst desde la entalladura Mures-Cupil, que nosotros ascendimos. La presencia en las rampas del Boquete del Mures de numerosos cantos rodados provenientes de las colinas areniscosas de la Sierra Peralto permite afirmar que esa angostura estuvo recorrida por un antiguo curso del Guadares antes de su captura por el Karst. El antiguo paleovalle del Gaudares asociado al cortijo “La Calera” debía relacionarse con el Guadiaro que por su parte debía ubicarse en torno a unos 750 m de altitud actual. Un levantamiento post-plioceno de conjunto de la Cordillera Bética aportó al Guadiaro el potencial energético y de remoción gravitatoria que no disponía anteriormente.
* Hoy para seguir el curso del Gaduares hemos de descender hasta la Cueva del Hundidero por una estrecha y empinada vereda que sale del mismo carril. La boca de Hundidero se abre al fondo de un cañón kárstico a 595 m sobre el nivel del mar. De dimensiones grandiosas, 110 m de altura, esta boca da entrada directa a la galería principal. Después de recorrer unos 250 m, los primeros lagos y la falta de luz nos impedirán continuar. Tras un recorrido lineal de unos 7818 m, con rumbo general N-S, el Gaduares resurge en el valle del Guadiaro en la cueva del Gato 423 m sobre el nivel del mar.
*Nosotros tomaremos los coches y con ellos continuaremos camino:
MA-505, 3 km, hasta Montejaque;
MA-506, 2,4 km hasta Benaoján-Estación de Benahoján donde podemos visitar la espectacular surgencia en la que drena sus aguas el polje de la Estación de Benaoján, el Nacimiento del Santo.
* Continuamos por la MA-555 dirección Ronda. La cueva del Gato, queda ubicada en la ribera derecha del Guadiaro y tras el encajamiento del Guadiaro en el Pleistoceno Superior colgada una veintena de metros por encima del talweg de este río. Quizás de ella lo más llamativo sea el origen de su nombre ¿impuesto por su supuesta semejanza con el rostro de uno de nuestros felinos domésticos?. Quizás no, los iberos, aquí asentados en la vecina Acinipo, describían con los topónimos las características del accidente geográfico al que se lo aplicaban. Los términos íberos U(G)A.TA (que tiene el agua) y (G)ATA (paso, brecha, desfiladero) se habrían fusionado en un tercero U(G)ATA que vendría a significar algo así como “puerta de agua o puerta abierta al agua”.
No muy lejos, en el Valle del Genal hay un pequeño pueblo habitado por gatos. Algatocín, para los íberos algo así como AL(G)ATA.AUZIN, que traducido vendría a significar “tiene aguas en la brecha o tajo del monte”, el orónimo AL hace referencia a la elevación que domina este pueblo 300 metros más arriba. Así, con la descripción del paraje hoy conocido como Las Pilas, terminamos nuestro recorrido por el valle del Guadiaro, con una invitación al valle del Genal.
lunes, junio 19, 2006
De Ronda al Valle del Guadiaro, un recorrido por su Historia
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